Una puerta casi abierta


No tenía que estar ahí. Hubiera sido mejor cualquier otro lugar. Para volver. Porque a veces es imposible volver sin acordarse. Nuestro gato trepando en el patio en flor. El paredón de la primera vez. La lluvia del verano que alquilamos en la costa. Algo tengo que decirte. Sería más fácil si abriera la boca y ya. Pero no puedo. Ya estás lejos y la casa parece vacía. Sin recuerdos de lo que vino antes. Sin huellas de lo que va a venir mañana. ¿De quién es mañana acá adentro? ¿Hacia dónde debería mirar para no extrañarte? ¿Quién debería ser para que me resultaras indiferente? Pareciera que siempre queda una puerta casi abierta cuando se termina todo. Como si alguien se hubiera olvidado de cerrarla. Y no queda más que darle un golpe y que te atraviesen los vidrios que siempre caen cuando todo se nos va de las manos.


Sobre foto de Nathalie PH

texto de Jimena Repetto

No hay comentarios:

Publicar un comentario